Con un humor fresco y contagioso, estos libros prometen momentos de alegría y complicidad entre padres e hijos. Ya sea para leer juntos antes de dormir o para disfrutar en una tarde lluviosa, estas historias son el ingrediente perfecto para agregar diversión y risas a la vida familiar.
Un pelo en la sopa
Alex Nogues
Un pelo no es lo más extraño que puede aparecer en una sopa. Una mosca no es lo más extraño que puede aparecer en una sopa. ¿Sabes qué sería muy extraño que apareciera en una sopa?
Un surreal y delicioso divertimento.
El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza
Werner Holzwarth
Cuenta la entrañable historia del topo que quería saber quien se había hecho “aquello” en su cabeza, ahora adaptada a los más pequeños en formato libro de cartón.
Un día, al salir de su madriguera, al topito le cayó algo marrón y asqueroso sobre la cabeza. Muy enfadado, salió en seguida a buscar al responsable. Le preguntó a la paloma, al caballo, a la liebre, a la vaca, e incluso al cerdo, pero ninguno parecía ser el culpable. Finalmente, unas amables moscas expertas en la materia le dieron la respuesta.
Carlota (¡Qué timo!)
Géraldine Collet / Estelle Billon-Spagnol
Carlota es una niña llena de carácter y humor. Con su descaro y sus coletas de color naranja, nos lleva a un mundo de situaciones divertidas y peculiares. Con padres demasiado comprensivos (según ella), un hermano pequeño dispuesto a hacer cualquier cosa y una serie de eventos inusuales, como verduras que se niegan a crecer y prendas de vestir que juegan malas pasadas, Carlota nos muestra su singularidad y su actitud desafiante. A través de sus aventuras, descubrimos que, aunque única, comparte muchas características con todas las demás niñas. ¡Prepárate para reír a carcajadas con las travesuras de Carlota y sus ocurrencias hilarantes!
El colegio más raro del mundo
Pablo Aranda
En “TELE: Tecno Escuela de Lenguas Extranjeras”, el colegio de Fede, las cosas son muy diferentes. Además de su nombre peculiar, lo que lo hace verdaderamente único es su inusual regla: cuando un estudiante sale del colegio, se va con el primer padre o madre que llega, quien debe tratarlo como a su propio hijo y devolverlo a la escuela al día siguiente.